La vida es un camino que no obliga a andar y andar.
En el recorrido, nos regala campos floridos..Aunque también cuestas empinadisimas o bajadas peligrosas.
Pero pase lo que pase, hay que seguir andando..
Aunque a veces nos quedemos solo a oscuras, sin saber a donde ir.Y lo que es peor, sin saber quienes somos y que queremos.
Por el solo hecho de estar vivos, no podemos detenernos.
No importa cómo ni por dónde, pero hay que seguir. No está mal dudar o cambiar nuestro rumbo.
No está mal no saber o equivocarse. Lo malo es detenerse.
Porque en cualquier momento, a la vuelta de la esquina,
sorpresivamente aparecerá algo o alguien que nos prenderá
hogueras en los ojos, que encenderá estrellas en el cielo
y que nos llenará el corazón de sueños. Y entonces ahí si,
veremos qué claro está todo, haremos "la nuestra",
porque por fin sabremos qué queremos.
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